aforismes interins

diumenge, 6 de juny del 2010

salamantino

Me he pasado al salfumant. Desde la ventana redonda, vigía, de mi camarote veo el temblor del mar y me pregunto si no es hora de empezar con los ácidos, el elemento prohibido. Pienso que, en una ética del trabajo, los elementos prohibidos no son mas que promesas de continuidad, promesas de seguridad. Acolchado y seguro, piensa él. Pero el tiempo esta empezando a decirme que cambie de miras, que adopte la destrucción dañina, incontrolada, como escuela. No voy a quemar bosques, no os preocupéis. Es el uso de ácidos que coman estructuras lo que me interesa. El hambre de esos productos ácidos es lo que debo utilizar para que modifiquen las condiciones de la pintura y los materiales, configurando nuevas superficies, nuevas sensaciones.