Tocar este tambor, entusiasmado, jovial,
entre Charing Cross Rd. y Leicester Square, en un día cualquiera,
despejado con cielo nuboso/ parcialmente nuboso,
podría ser la verdadera y pura felicidad.
Sin mediadores
Sin mediadores
Recoger la frivolidad de la megápolis londinense
y fundirla en un sonido convincente que
evoca sin duda el ansia del ser humano
por permanecer en el ser
evitar, por todos los medios posibles,
fundirse con el infinito
pero también significa la búsqueda de éste
pero también significa la búsqueda de éste
y sin embargo, muchos flirteos hacemos
con esa nada que nos llama pero no nos espera.
Mal acaba lo que mal empieza. Si nacidos de cesárea,
arrancados del lecho fructuoso de su vientre,
nada sentimos al nacer, justo es que nada sintamos al morir.
Una fusión sin grito, sin paréntesis, sin eco.
Me niego
.
Me niego
.
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